sábado, 1 de diciembre de 2012

Crítica: La vida de Pi


Título original: Life of Pi Año: 2012 Duración: 125 min. País: EEUU Director: Ang Lee Guión: David Magee Música: Mychael Danna Fotografía: Claudio Miranda Reparto: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Rafe Spall, Gerard Depardieu Productora: Fox 2000 pictures

Valoración: 8/10

Nos encontramos sencilla y llanamente ante la metáfora cinematográfica mas grande de todos los tiempos. De la mano del reconocido realizador chino Ang Lee nos llega el que sin duda es el mayor espectáculo visual del año, una aventura épica que reflexiona sobre las creencias y los miedos del ser humano con tanta filosofía como efectismo estético.


Pi es un joven hindú que a lo largo de su juventud descubre y acoge diferentes religiones con la certeza de que todas encierran la misma verdad. Cuando por motivos económicos su padre, dueño de un zoo, se ve obligado a transportar a todos los animales a Canadá para venderlos y una tormenta se cruza en el camino del carguero, Pi queda a la deriva en un bote salvavidas con un tigre de bengala como único compañero.

Como si del mismísimo Tom Hanks se tratara Suraj Sharma lleva el peso de gran parte del extenso metraje, realizando un trabajo bastante notable gracias en gran medida a la sustitución del desgastado Wilson por Richard Parker, el tigre de bengala cuya relación con el joven naufrago constituye un salvavidas lo suficientemente grande como para no ahogarnos de aburrimiento en el inabarcable océano de Lee.

Puedo contar con los dedos de una mano las ocasiones en que un apartado visual tan excesivo y exuberante resulta estar plenamente justificado desde el punto de vista narrativo, consiguiendo dejar boquiabiertos a los espectadores tanto por lo que ven como por su significado. Y aunque yo asistí a una proyección en dos dimensiones, el protagonismo que Ang Lee le da al 3D es tan notorio que no tardé mucho en arrepentirme de no haber pagado un par de euros mas para disfrutar del espectáculo en su totalidad.

Sin embargo nada es lo que parece, y es que el verdadero significado de toda esta alegoría no nos será revelado hasta la escena final. Lee transmite su mensaje de forma contundente, la belleza de la fe, la fuerza de la religión, más allá de credos o ideologías, sin importar qué es real y qué no.

Porque "la fe es una casa con muchas habitaciones", pero al salir de la sala no he podido evitar preguntarme si los plátanos flotan en el océano

2 comentarios:

  1. Una gran crítica, muchas gracias. ¿Estaba nominada a Mejor Película en los Premios Óscar, verdad? Por lo que he visto en este vídeo interactivo sí: http://www.youtube.com/watch?v=WrkfpXhuoI4

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  2. Hay un cierto resabio a religiosidad de pandereta en 'La Vida de Pi' cuando ya de por sí exuda espiritualidad por los cuatro costados. Por momentos me pareció apreciar fogonazos de Spinoza, ya sabéis, ese identificar a la naturaleza con Dios. Aún así, sus cuatro 'oscar' han resultado toda una sorpresa. No debería serlo: la factura de la película es impecable y las interpretaciones, incluida la del tigre, son formidables. Me esperaba algo más peñazo. Si te pasa lo mismo, dale una oportunidad, que igual te sorprende. Un saludo!!!

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