viernes, 12 de octubre de 2012

Critica: Frankenweenie


Título original: Frankenweenie Año: 2012 Duración: 87 min. País: EEUU Director: Tim Burton  Guión: John August Música: Danny Elfman Fotografía: Peter Sorg Reparto: Animación Productora: Walt Disney, Tim Burton Productions

Valoración: 7/10

No voy a ocultar las altas expectativas que tenía entorno al nuevo trabajo de Burton, incluso me permití la osadía de escribir una pre-crítica en la que exponía mis razones para creer que estábamos ante una indiscutible obra maestra de la animación. Pero nada mas lejos de la realidad.


El remake de uno de sus primeros trabajos se presentaba como la oportunidad perfecta para redimirse ante sus fans de los abultados baches por los que estaba transitando su carrera últimamente, y a primera vista podríamos decir que nos encontramos ante uno de sus mejores trabajos.
Una cinta emotiva y divertida a partes iguales, cargada de personajes inolvidables y de deliciosos guiños al cine de terror en una atmósfera que te va atrapando poco a poco sin que te des cuenta hasta un climax final que resulta perfecto para cerrar la película. Burton rinde homenaje a su infancia y nos muestra los pilares que sustentan su particular estilo, recupera la semilla de la que nacieron joyas como Eduardo Manostijeras, Batman o La Novia Cadáver.

¿Dónde, pues, surge el problema? Parece que hemos llegado a un punto en el que Tim Burton, otrora genio oscuro original y rompedor, alterna en sus películas entre dos versiones de si mismo, la que se autoparodia de una forma casi humillante (véase Alicia y Dark Shadows) y la que se nos muestra en Frankenweenie, la nostálgica, que agotada de ideas recurre al autoplagio.
Si bien Burton tiene un estilo muy definido con unos patrones que se repiten a lo largo de todos sus trabajos estos suelen presentar una serie de variaciones desde cuyo conjunto se adivina una evolución fundamental para comprender su filmografía.
Y es que Frankenweenie puede engañar fácilmente a cualquier espectador incauto que no conozca el mundo de Burton en profundidad, pero la realidad es que nos encontramos con una amalgama de productos burtonianos estructurada entorno a una copia literal del argumento de su corto homónimo. Parece que ante una sequía creativa el director californiano ha optado por estirar su corto del ´84 y contar en 87 minutos exactamente lo mismo que nos contaba en aquel en 30.

Estamos ante una película que no aporta absolutamente nada. Entré en la sala esperando encontrarme 87 minutos de historia y salí después de haber visionado 30 minutos de historia y 57 de relleno que me dejaron completamente frío.

Difícil me resulta a estas aturas creerme los mismos argumentos que hace poco esgrimía contra los que aseguraban que la creatividad de Burton estaba agotada.
Todo indica que tras Frankenweenie el realizador va a tomarse un descanso por tiempo indefinido durante el cual espero que ponga en orden sus ideas para volver con un proyecto que realmente esté a su altura, pero hasta entonces os pido un minuto de silencio para honrar la memoria de un genio que ya no está entre nosotros.
RIP Timothy William Burton.

1 comentario:

  1. Estoy bastante de acuerdo con tu crítica, aunque a pesar de ser una opinión tirando a negativa la puntuación es de notable (7 sobre 10).
    Por mi parte, yo he sido más cruel. Tal vez porque era tarde, tal vez porque me dolía la cabeza... Sea la razón que sea, no me gustó la película. Como dices, 30 minutos memorables y otros 57 de relleno. Que una película tan corta se haga tan larga es un lastre muy muy grande.

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