miércoles, 11 de julio de 2012

Crítica: Prometheus


Título original: Prometheus Año: 2012 Duración:123 min. País: EEUU. Director: Ridley Scott Guión: Damon Lindelof, John Spaihts Música Marc Streitenfeld  Fotografía:  Dariusz Wolski  Reparto: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Guy Pearce Productora20th Century Fox / Scott Free Productions / Dune 
Entertainment


Valoración: 7/10

Ridley Scott es un tipo guay, un director que sabe hacer cine (algo que, desgraciadamente, escasea bastante en estos tiempos) y que a lo largo de su carrera nos ha deleitado con indiscutibles obras maestras de la talla de Blade runner o Gladiator. Así que cuando hace algunos años el bueno de Ridley anunció su plan de expandir el universo Alien con una nueva película las expectativas no pudieron ser mayores.

Prometheus es un film con una intención marcadamente épica, con un estilo visual muy destacable y una dirección que no defrauda. El uso de amplias panorámicas y de espacios abiertos consigue que la cinta se desmarque en su mayor parte del ambiente opresivo y asfixiante de su predecesora, una decisión completamente equivocada a juzgar por el excelente resultado de las escenas que si mantienen la atmósfera de Alien, que resultan ser lo mejor de la película.

Uno piensa que las grandes figuras que componen el reparto podrían haber dado mucho mas que las interpretaciones correctas que nos ofrecen, tan solo Michael Fassbender sobresale (como ya nos tiene acostumbrados) con su papel de inexpresivo androide (que digo yo que el papel de inexpresivo androide mucho trabajo tampoco tiene, no? Pero bueno, que el hombre lo hace muy bien). Por otro lado el guión nos presenta algunas situaciones poco creíbles que se compensan con una historia muy bien estructurada y un clímax final nada desdeñable.

Sin embargo, y aparte de todo lo mencionado anteriormente, encuentro dos fallos muy graves. En primer lugar tenemos el trailer, que al igual que pasó con El bosque o Watchmen nos muestra una idea completamente equivocada de como se va a desarrollar la película. La trama evoluciona de forma muy pausada hasta alcanzar el desenlace, y eso es algo que el espectador puede valorar negativamente si entra en la sala con una idea preconcebida completamente distinta.
Por otro lado resulta que la película no solo no despeja absolutamente ninguna de las incógnitas que esperábamos resolver, sino que además, con un final descaradamente abierto, nos crea muchos otros interrogantes que estarán dando vueltas en nuestras cabezas hasta el estreno de Paradise (si, parece que este va a ser el título de la secuela, que ya está confirmada).

Hay que decir también que si eres fan de la saga original te lo vas a pasar muy bien buscando referencias a esta, y ya te aviso que las vas a encontrar.

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