domingo, 15 de julio de 2012

Zombi. La evolución de un género

Representación del mito zombi
por un artista haitiano
La mitología popular del vudú afirma que un cadáver puede ser resucitado por un hechicero que consigue revivir a sus víctimas tomando el "control astral" sobre ellas. En realidad podría ser que el zombi no estuviera realmente muerto, sino bajo la influencia de fuertes drogas que provocan en el un estado de trance y de total susceptibilidad ante la voluntad de los demás.
Fuera de Haití los zombis eran poco conocidos para el público mayoritario hasta que el antropólogo y escritor Willian Seabrook publicó su libro La isla mágica en 1929. El libro causó gran sensación y enseguida se convirtió en un éxito de ventas.

Cartel original de la obra
maestra de Ed Wood

Dos años después de la publicación de La isla mágica, las adaptaciones a la gran pantalla de Drácula y Frankenstein convirtieron en estrellas a Bela Lugosi y a Boris Karloff, y supusieron el gatillazo de salida al boom del cine de terror. Numerosos estudios independientes se subieron al carro, y una de las primeras películas de terror indie del momento fue La legión de los hombres sin alma (White Zombie, 1932), que adaptó las historias de Seabrook llevando a los zombis por primera vez a la pantalla.
La cinta de Victor Halperin logró recaudar la cifra de 8 millones de dólares en taquilla, creando de este modo un hueco para los muertos vivientes en el panteón de monstruos del cine. Por desgracia, las películas que aparecieron durante las siguientes tres décadas resultaron una sucesión de fiascos, entre los que únicamente se puede destacar Yo anduve con un zombi (1943) de Val Lewton y la malograda Vampiros del espacio exterior (Plan 9 from outer space, 1959).

En 1968 George A. Romero dirigió La noche de los muertos vivientes (Nigth of the living dead) iniciando así una tetralogía que revolucionaría el cine de terror. Y respecto a esta película hay una anecdota muy curiosa. Inicialmente la cinta se llamó Nigth of the flesh eaters, pero en el útimo momento decidieron cambiarle el nombre, y cuando le vendieron los derechos de distribución a la Walter Reade Organization los productores se dieron cuenta de que la compañía había olvidado añadir a la película un aviso de derechos de autor cuando se efectuó el cambio de título, así que el film pasó a ser de dominio público, convirtiéndose en la que posiblemente es la película mas versionada de la historia.

El resto de trabajos de Romero no son muy destacables, pero el neoyorquino siempre será recordado como el creador del género zombi.



La noche de los muertos vivientes abanderó una nueva generación de cine de terror en los Estados Unidos, pero en Europa tuvo un impacto menos inmediato, y los zombis se mantuvieron en segundo plano hasta finales de los 70, momento en el que se pusieron a la cabeza del cine de terror del viejo continente con películas como Las uvas de la muerte (Les raisins de la mort, 1978).
Esto es lo que hacía Raimi antes
de amariconarse dirigir Spiderman
Pero como he dicho antes fue en Estados Unidos donde se produjo el verdadero desarrollo del género, aunque no encontramos películas con una calidad mínima hasta 1981, año en el que se estrena la aclamada Posesión infernal (The evil dead, 1981), de Sam Raimi, que dio lugar a dos secuelas: Terrorificamente muertos (Evil dead II) y El ejército de las tinieblas (Evil dead III)
A finales de los 80 Mal gusto (Bad taste, 1987), la ópera prima de Peter Jackson, se convirtió en un inesperado éxito y le permitió acceso a un mayor presupuesto para rodar la que en mi opinión es la mejor película del género del S. XX, Braindead (1992)



¿Qué hace aquí esta película
si no salen zombis?
Durante los años 90 el cine de zombis volvió a entrar en crisis, pero con la llegada de el nuevo siglo los muertos vivientes regresaron a la gran pantalla en busca de venganza. Desde Japón llegaban a occidente extrañas revisiones del género, como Wild zero (2000) o Stacy (2001), hasta que en 2002 se estrenó Resident evil, un film al que todos los admiradores fundamentalistas de los zombis odiaron sin excepción pero que significó el pequeño empujón que necesitaba el género para volver a situarse en la principal corriente cinematográfica, y los primeros indicios de este resurgimiento vinieron de la mano de Danny Boyle en una cinta en la que técnicamente no aparece ningún zombi: 28 días después (28 days later, 2002) cuyas imágenes de los lugares mas emblemáticos de Londres desiertos impactaron en todo el mundo. En 2007 se estrenaría su continuación, 28 semanas después (28 weeks later), dirigida por el español Juan Carlos Fresnadillo.

En 2004 un desconocido Zack Snyder se atrevió, para disgusto de los seguidores de Romero, a ponerse al frente de un remake de El amanecer de los muertos, segunda parte de la tetralogía anteriormente mencionada. El resultado de este "descabellado" proyecto fue una cinta de igual nombre que en muchos momentos llega incluso a superar a la original. En este mismo año se estrenó Zombies party (Shaun of the dead), una ingeniosa y divertida cinta británica que combina humor, gore, acción y romance y que enseguida se convirtió en una película de culto.




En 2007 se estrenó Planet terror, de Robert Rodríguez, y aunque la cinta se esperaba con mucha expectación pocos fueron los espectadores que pudieron verla tal y como había sido ideada en un principio.
No tenemos presupuesto para maquillaje,
vamos a hacer la película en
found footage y así no se
les ven las caras a los zombis
Planet terror empezó como parte de Grindhouse, un ambicioso programa doble que también incluía Death proof, de Quentin Tarantino. Por desgracia no mucha gente parecía comprender el concepto de "programa doble", y abandonaban la sala antes de que comenzara la siguiente película. A los productores de Miramax les entró el pánico y separaron las dos películas, reestrenándolas en versiones mas largas.
Ese mismo año en España se estrenaba REC, iniciando una de las sagas mas populares de la historia del cine patrio.


Parece evidente que los zombis son una parte intrínseca de la cultura popular y que están destinados a seguir siéndolo durante algún tiempo, y mientras que otros monstruos han desaparecido los muertos vivientes siguen estando tan vivos como siempre.

¿Quién se atreve a apostar que los zombis no dominarán el género de terror en el siglo XXI de la misma manera que ascendieron arrastrándose hasta la cima en el siglo pasado?

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