lunes, 13 de agosto de 2012

Crítica: El irlandés


Título original: The guard Año: 2012 Duración: 96 min. País: Irlanda  Director: John Michael McDonagh  Guión: John Michael McDonagh  Música: Calexico Fotografía: Larry Smith Reparto: Brendan Gleeson, Don Cheadle, Liam Cunningham Productora: Reprisal films

Valoración: 7,5/10

Un policía irlandés con una forma muy particular de ver su trabajo debe colaborar con un agente del FBI en un asunto de contrabando de drogas. Desde luego no podemos decir que sea un argumento original, el choque entre personalidades opuestas que se ven obligadas a cooperar por causas externas a servido de hilo conductor desde que Jack Lemmon y Walter Matthau compartieran piso en La extraña pareja.


Sin embargo estamos ante un film poco convencional, impregnado de un humor negro (que parece ser la filosofía de vida del protagonista) que bebe del estilo de un hipotético Baron Cohen bastante mas comedido que el que pudimos ver en El Dictador. Desde luego no hay nada de lo que escandalizarse, algún que otro chiste sobre negros y un par de situaciones impregnadas delicadamente con la esencia de ese ingenio oscuro que tanto nos gusta a algunos.

Ya desde la secuencia inicial McDonagh sienta las bases de lo que será una película poco conformista con los cánones que habitualmente rigen el desarrollo moral y el destino de los personajes, porque no solo es una cinta políticamente incorrecta en el mensaje, sino también en la forma.

Con una fotografía bastante correcta que nos sirve de ventana a los maravillosos paisajes de la costa oeste de la isla esmeralda, la ópera prima de este londinense es un fiel reflejo, aunque no muy profundo, de la cultura y la vida de la Irlanda mas castiza, y esto afortunadamente lo puedo decir de primera mano.
En la dirección podemos encontrar fácilmente un par de inocentes fallos típicos de cualquier director inexperto que, a la hora de valorar el film, he pasado educadamente por alto; cosa que no he hecho con la molesta trama secundaria que nos cuenta a pinceladas la relación entre el policía y su moribunda madre, ya que irrumpe bruscamente en el desarrollo de la trama principal y no aporta nada en ningún sentido. Para el conjunto de la película habría resultado mas beneficioso eliminar esta idea en pro de una indagación mas completa en otra relación, la del propio policía con su ayudante.

El guión no tiene mucha historia, en mi opinión no es una trama de la que se pueda extraer mas jugo del que ya se ha sacado en tantas otras películas, y aunque es adecuado en su simpleza no habría estado mal que lo pulieran un poco, ya que encontramos algunos diálogos incoherentes y un par de personajes innecesarios.

En resumen, El irlandés es una película disfrutable para el público en general, entretenida para los aficionados al humor negro e imprescindible para aquellos que, como yo, tengan media alma irlandesa.

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